El 2006 nos dejò con una noticia un tanto inusitada: el sub director de la Biblioteca Nacional habìa presentado su renuncia y delinieaba una serie de puntos a ser tratados o por tratarse en el funcionamiento interno de dicha instituciòn. La noticia cobrò relevancia por las repercuciones que se multiplicaron en notas periodìsticas, opiniones y solicitadas, a favor o encontra del sub director y del director de esa instituciòn nacional. La intelectualidad argentina tomò partido y el debato girò sobre una vieja disputa entre tradiciòn y modernizaciòn - o por lo menos los medios reflejaron esa dicotomìa -.
El saldo del entrecruce de opiniones se acallò hacia la segunda quincena del mes de enero del 2007 - nombramiento mediante de una remplazante en el cargo -. Hasta entonces los medios nacionales y las revistas culturales se hicieron eco de las posturas divergentes.
Llegados a febrero nos preguntamos en què quedò todo ese discurrir de opiniones, alegatos y crìticas?
En agosto del año pasado se realizò el primer congreso de la cultura, convocado y organizado por la secretarìa de cultura de la naciòn. Los resultados del congreso estàn pendientes de ser dados a la opiniòn pùblica o al menos un solo medio gràfico ( pàgina/12) dio cobertura del evento pero nunca se publicaron las conclusiones o los trabajos de las comisiones intervinientes.
Los ùltimos dìas de enero - con una gran ola de calor - se publicitò el sistema de consulta vìa internet de los distintos niveles, organizaciones e instituciones culturales de la Argnetina: un mapa virtual de la situaciòn cultural del paìs. Una interesante iniciativa.
Volcando la mirada sobre nuestra humilde realidad cultural local, para la misma fecha en que el congreso cultural finalizaba un "debate" se abrìa (de abrir) en torno de la operatividad del funcionario titular de la direcciòn de cultura y educaciòn. En el editorial de la revista de septiembre del 2006 dabamos cuenta de este cruce de intereses y llamabamos a la cordura aconsejando que la mezcla oscurecìa: vale decir, la disputa respetuosa y coherente sobre una serie de temas concernientes al funcionamiento de un àrea municipal no tenìa que mezclarse con las disputas polìticas partidarias que se enterveìan en ese "debate".
Comenzando febrero, nuevamente el aire cultural mercedinos quiere calentarse - y no por el clìma -.
Serà cuestiòn de observar las repercusiones de este nuevo enfrentamiento, que en su versiòn anterior suscitò una cuantas cartas pùblicas y una recopilaciòn de dichos cuestionamientos en una pàgina web. (interesados mandar un mail a la colombinaedi@hotmail.com y a vuelta de respuesta se les darà informaciòn del sitio).
Màs allà de todos estos entretelones de la cultura local y a nivel nacional, es interesante recalcar el hecho de que se debata y critique - con altura y buena leche - en el àmbito artìstico y cultural. Hay que samarrear la modorra intelectual mercedina y permitir un intercambio de opiniones y puntos de vista. Los actores culturales y los ciudadanos nos lo debemos.
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