miércoles, 14 de febrero de 2007

Cuando el arte ataque (4ta. Parte)

Para quièn canto yo entonces

En el arte como en toda actividad creadora hay una cuestiòn subyacente implìcita que no està expuesta: el espectador. Toda acciòn creadora y artìstica està pensada y producida para alguien, sea quien sea este ( el artista mismo, el pùblico, los otros artistas, los crìticos ) y la obra de arte està dirigida a èl - de forma conciente o inconsciente -. Esto hace que en la ecuaciòn arte - obra de arte, intervengan varios tèrminos: el artista /s, las obras de arte - pinturas, esculturas, mùsica, teatro, literatura - y el espectador o pùblico. Podrìa decirse que para que una obra de arte se complete tiene que haber un otro que le aprecie, asì y sòlo asì la obra se acaba. Con lo cual el espectador/pùblico juega un rol muy especial en todo esto. Y no se està planteando el tema en tèrminos de consumo, lo que llevarìa a entrar en el terreno altamente conflictivo de la mercantilizaciòn del arte, del complejo entramado del valor de las obras y los criterios que pesan a la hora de poner un precio al trabajo del artista. En tèrminos comunicacionales el espectador es el destinatario del mensaje que encierra en sì la obra de arte y con lo cual tambièn plausible de recibir otros mensajes.
Hoy el arte "compite" por la atenciòn de los espectadores en un medio capitalista donde, en el cruce de los entretenimientos, existen infinidad de ofertas: televisiòn, radio, cine, espectàculos multimediales y el show busisnes. Asì al crecimiento de las diversas tendencias artìsticas y la multiplicaciòn de los usos de variados soportes de expresiòn se suman la parafernalia del show y el entretenimiento y la diversidad de artistas y expresiones artìsticas.

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