Los números, la kábala y los cabuleros.
Estamos en un año netamente electoral, donde se elegirán cargos a nivel nacional, provincial y local. Lo que se pone en juego en estas elecciones 2007 es la continuación de una serie de cambios estructurales a nivel polític, social y económico, lo que implica una modificación sustancial en la cultura política ciudadana, una profundización en los procesos de justicia por los hechos acontecidos durante los años de la dictadura - con la continuación de los juicios por la verdad como política de estado - ; o la reversión a los años más lamentables de la década de los noventa.
Es curioso observar en este 2007 una serie de hechos similares con años anteriores, 1997 por ejemplo. Hace una década atrás y en un año electoral también. ¿ Se acuerda de los piqueteros y los cortes de ruta en Tartagal, en General Mosconi, en Puente la Noria, en Santa Fé, en jujuy; del conflicto docente en Cutral-Co ( Neuquen) y la muerte de TEresa Rodriguez (12/4/97); de la protesta y los conflictos sociales en varias provincias en los últimos años del segundo mandato de Menem; de las marchas estudiantiles por el presupuesto educativo? ¿ Se acuerda de la confrontación entre la iglesia católica y el gobierno deMenem; los paros sindicales contra la política económica y el desempleo; el asesinato de José Luis Cabezas; el affaire judicial por las coimas de IBM-Banco Nación; la elección de octubre a senadores y diputados y el primer triunfo de la Alianza?
¿Le suena: el conflicto docente en Neuquen y el asesinato de Carlos Fuentealba; la toma de la Universidad de Buenos Aires y la movilización estudiantil universitaria; la desaparición de Jorge Julio López; la crisis política en Santa Cruz; las movilizaciones de bases gremiales por aumento salariales; el caso de investigación por presuntas coimas de la empresa Skanska; la pelea entre el episcopado argentino y el gobierno?
Se puede observar una similitud pasmosa entre aquellos hechos de 1997 y estos de 2007. Son diez años de diferencia y sin embargo parecería, con estos datos confrontados, que nada ha cambiado en los hechos, o por lo menos que estos se repiten periódicamente, recurrentemente. Peter Burke - académico de Cambridge, profesor de historia - señala que la historia está llena de continuidades y discontinuidades; que hay ciclos en la historia dado que se repiten situaciones muy similares aunque siempre hay diferencias y contrastes y sobretodo lo que marca las diferencias es el contexto donde suceden los hechos.En 1997 había un gobierno cuya política neoliberal había desarmado el Estado y sumido al libre mercado a toda la sociedad; hoy existe una clara línea política de fortalecimiento del Estado, apuntando a un proceso de redistribución del ingreso - deuda pendiente - cosa qaue Menem nunca hubiera soñado hacer. A la luz de los hechos y de la visión científica queda la impresión de uqe se inició un ciclo de decadencia allá por 1997 y que tuvo su hito más profundo en los años 2001-2002. Ahora comienza a transformarse esa rueda en un ciclo virtuoso, lleno de desafíos pero con la potencia suficiente como para resolverlos y mejorar aún más la situación general.
En este 2007 los números y las cifras hacen que nos encuadren dentro o fuera del nivel de vida digno. Los índices de precios al consumidor - la inflación -; el porcentual de votos a favor o en contra, nos colocan de un lado u otro del amplio espectro social por nuestras inclinaciones políticas, nuestro nivel de ingresos, nuestra capacidad de acceso a un mejor nivel educativo y cultural. Podemos medir el minuto a minuto de nuestras vidas homologándolas con el rating de la televisión y así construir un ranking de las posiciones sociales - dirigidas en gran parte por las tendencias de la moda y el consumismo apoyado en la publicidad-. Los números nos gobiernan, o por lo menos nos marcan a fuego en nuestras decisiones, nuestras acciones, nuestras esperanzas.
Las consultoras y medidoras de rating son hoy los dueños del sueño de más de un político, productor y hasta ciudadano común. Como expertos conocedores de la Kábala - el estudio de los números cifrados y sus mensajes ocultos en los textos de las sagradas antiguas escrituras judías - pronostican tendencias, adelantan resultados, arrojan conclusiones y dejan signadas la suerte de millones de consumidores/ciudadanos. Todo este juego de adivinanzas y pronosticaciones se desarrolla en un contexto social que va más allá de las elecciones, más allá de los ratings y de los índices y tiene que ver con una serie de posiciones ideológicas, políticas y civiles que designan el rumbo del Estado Nacional y con él de la sociedad toda. A casi 25 años de restauración de la democracia en la Argentina, sigue en juego la continuidad democrática, la credibilidad de las instituciones y el futuro en libertad y justicia de cada uno. Porque la democracia es un odelo para armar entre todos. Cada cual tiene sus formas, sus cábalas, sus amuletos de la suerte para afrontar la vida,, pero el ejercicio dela democracia se hace con el diálogo y el debate - nunca el silencio y la aceptación paciva -, la práctica cotidiana de los deberes y derechos ciudadanos de todos y cada uno de nosostros.
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