Tendencias de una decadencia
Es una tradición cristiana y occidental esto de festejar la llegada de los reyes magos. Según consta en la Biblia, luego del nacimiento de Jesus, tres reyes magos provenientes de oriente, siguiendo la señal de una estrella, se presentan ante María y José y regalan obsequios al niño recién nacido.
No se si es una tradición que se transformó con los años, pero los comerciantes y fabricantes de juguetes encontraron el sheite en esta fecha - 06 de enero - para prolongar las ventas de navidad.
Este regalar objetos a otro, sobretodo niños, es una costumbre que se produce y renueva pocas ocaciones al año, de manera masiva: el día del niño, navidad y reyes. Además de la fecha de cumpleaños de cada niño.
Ahora bien, existe todo un circuito publicitario y comercial que fomenta y sustenta esta costumbre de regalar. Regalar juguetes. Se puede observar tanto en películas, como en los comerciales de televisión. En los programas televisivos y las series.
En este mundo publicitario pro venta de juguetes existe una figura paradigmática: Papá noel. La fantasía va desde un simpático abuelito gordinflón que carga su bolsa de juguetes artesanales y golosinas, hasta el mismo simpático abuelito gordinflón que tiene toda una empresa de duendes y gnomos que fabrican juguetes a escala. Uno se pregunta de dónde saca la materia prima para tantos juguetes.
Frente a este super campeón de la satisfacción de la demanda infantil están los tres reyes magos. Cuyo origen es un relato bíblico y provenientes de tierras tan lejanas como oriente. Hay que comparar ambos orígenes de las historias que envuelven a Papá Noel como a los Reyes Magos para darse cuenta del grado de artificialidad que guarda Papá Noel. Proveniente del Polo Norte, de una zona inaccesible y fría, Papá Noel es netamente una factura de las industrias del entretenimiento y los juguetes anglosajón.
Los tres reyes magos no encajan con el target: vienen de Oriente, un territorio actualmente endemoniado e históricamente desconocido para la mentalidad occidental. Un gran signo de pregunta para nuestras mentes consumistas e informacionalmente dependientes del imperio Norteamericano. O vieron alguna vez alguna película de los estudios Disney con los tres reyes magos como protagonistas?
En esta competencia imaginaria entre Papá noel y los reyes magos obviamente la balanza se inclina por el caballo del comisario: Papá Noel.
Lo curioso de todo esto es que la Iglesia Católica, tan afecta a las tradiciones, nunca puso reparo sobre la figura de Santa Claus, que ensombrece la mística de los reyes magos y todo el mensaje que encierran.
Además, con tanta presión sobre el deseo de los más pequeños por recibir regalos, el espíritu de la navidad que tanto propagan las mismas películas comerciales se ve disminuido a una cuestión ya ni siquiera anecdótica. La navidad se trasnformó en la excusa perfecta para recibir regalos. Hay que regalar, es el mandato que taladra la cabeza de todos los padres, abuelos, tíos y cuanto consumidor existe.
Lástima que los reyes magos estén en baja, hubiera sido lindo recibir alguno de esos regalos inmateriales exóticos que tanto se proclaman: desde los púlpitos, los comerciales, las películas...
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