La Kábala
Recién llegados al otoño y tengo la sencación de que algo o alguien nos está probando todo el tiempo, a cada minuto, en cada dia. Es sensación se incrementa cuando miro los diarios, observo el compartamiento de la gente, sus conversaciones, veo la televisión y escucho la radio. Parece ser que no podemos dejar de referenciarnos a la realidad sino no es a través de números. La verdad se sostiene y comprueba por los números; el mejor argumento es respaldado por números. Números, números y más números.
Las cifras indican sin inmutarse, desde personas muertas en el último ataque terrorista, hasta el dinero que perdimos todos con las apuestas de Wall Street. Los números son acépticos, higiénicos e insensibles frente a la realidad. Quienes los manejan terminan contagiándose de esas cualidades y se transforman, poco a poco, en seres inhumanos, de otro tiempo y lugar que digitan - nunca mejor empleada esta palabra - los destinos de todos nosotros. O por lo menos esa es la sensación de la que hablé al comienzo.
Muy probablemente quieren hacernos creer qe nuestros destinos están sellados, encriptados, por la determinación infalible de los números. Indice Merval, índice de pobreza, índice de desarrollo, riesgo país - quien pudiera olvidarse de los años oscuros del Delarruismo y los índices de riesgo país que nos taladraban la cabeza -, índices e indicios de una realidad que pretenden reflejar en las cifras.
Ojalá pudieramos desligarnos un poco de esta numerología que nos acorralada desde diversos frentes de batalla. O será que nos indican nuestra naturaleza cabulera, timbera y lúdica como sociedad de lo establecido. Buscamos el zafarnos de lo que nos toca desde la apuesta a un numero salvador en la quiniela de la tarde o el loto del fin de semana. Me preocupa este reinado de los números. Seremos absorvidos finalmente en este gran Sodocu de lo real-simbólico-imaginario? O ya será tarde para preguntar?
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