martes, 10 de abril de 2007

La muerte de un docente

Todos somos Fuentealba

Llora mi país la muerte de un docente,
llora mi pueblo la muerte de un docente,
llora mi escuela la ausencia de un maestro,
llora mi esperanza por un futuro siniestro.

No hay razón para tanto ensañamiento,
¿cuando vamos a aprender del dolor del pasado?
llora mi esperanza por un futuro siniestro
lloramos los que estamos, por los que ayer se fueron.

No hay acción más cruda que el asesinato
de un docente que reclama por su salario.
¿A dónde iremos a parar si se apaga la cordura?
llora mi esperanza por un futuro siniestro.

Carlos Fuentealba
docente neuquino
trabajador del aula
hermano mio.

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