viernes, 18 de mayo de 2007

Sobre el patrimonio cultural

Cuando el teatro se llamaba Argentino


Parecerá una preocupación insignificante, tonta y fuera de lugar, pero se hace difícil acostumbrarse a llamar Teatro Julio Cesar Gioscio al edificio que todos conocíamos como Teatro Argentino. Si bien el edificio fue recuperado en la gestión del intendente ya nombrado, hay mucha gente que no tiene gratos recuerdos de ese mandatario como un adalid y precursor de la cultura local. Está claro que se quiera recordar su memoria, pero no cambiando el nombre de un espacio que ya tenía su identidad formada en torno de Teatro Argentino. Podrían haberle puesto Gioscio a una de las dos salas del complejo cultural pero no borrar la referencia al espacio ya consolidado.
Los memoriosos acudirán a la ayuda de uno y otro bando que pugnaron, en su momento, en el recinto del Concejo Deliberante de Mercedes sobre la conveniencia o nó de dicha nominación. Pero lo cierto es que por más que este ex intendente haya sido quien recuperara esa sala para la ciudad, eso no justifica en ningna manera darle su nombre a ese espacio; como si el día de mañana denominaran a la biblioteca Sarmiento con el nombre de su más destacado y longevo presidente de comisión; o pusieran al Parque municipal otra denominación y así con cada institución de esta bendita ciudad.

Los hombres pasan, las instituciones quedan, la grandeza de los mismo está en saber forjar el destino de las mismas independientemente de quien las gobernara o guiara en su momento.

El Teatro Argentino es parte de nuestro patrimonio cultural local y cambiar su denominación es quebrar ese legado. No quiero parecer tradicionalista ni nada por el estilo, pero no me parece justo este enroque en el nombre de ese espacio cultural que es de toda la ciudad. - esto da para otro debate -.
Como bien lo señala Laclau con su "Significante Vacio", discutir sobre el nombre de un teatro, en medio de esta "Crisis" que se muestra y oculta por momentos, puede parecer una gilada, pero comenzamos a aceptar la realidad a través de las palabras y aceptar que este teatro se llame J. C. Gioscio es aceptar que en aquel entonces la cultura estaba mejor, con buenas perspectivas y apoyo oficial, cosa que nunca sucedió ni fue una clara politica de estado de ese dirigente.

La sala de teatro más importante de la ciudad de Mercedes se llama Teatro Argentino y con ese espacio no debería jugarse tan graciosamente.

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