jueves, 24 de mayo de 2007

Sobre el Patrimonio Cultural (2da. entrega)


Porqué llamar teatro Argentino al teatro Argentino


Haciendo una encuesta casera sobre el tema del cambio de nombre del teatro Argentino, la mayoría de los consultados manifestó su opinión a favor de mantener el nombre anterior del espacio, curiosamente quienes no opinaron lo mismo es gente no nativa de Mercedes, quienes viven hace años en la ciudad.

Este dato no parecería tener mayor relevancia sin embargo hay un punto que sí lo tiene: la gente que no demostró una preocupación por el cambio del nombre argumentó que no le significaba nada el actual nombre - César Julio Gioscio -, pero la mayoría que se manifestó contraria al cambio sí le molestó en primer término el referente elegido para suplantar el de Teatro Argentino.

Esto marca cierta historia local, subterránea y muy arraigada en los parroquianos que cruza las cuestiones culturales-artísticas con las políticas-partidarias. El ex intendente recordado en la designación del teatro era un caudillo político mercedino, referente del partido justicialista, quien estuvo al frente del municipio durante más de veinte años. Ese lapso de tiempo significativo marcó el ritmo de la ciudad: cansino, lento, conservador para los cambios estructurales y de una pachorrienta inquietud artística y cultural.

Mirando esos años, uno podría decir que la economía del municipio fue tranquila, sin sobresaltos; la política social no se apartó de los lineamientos clientelares que usaba el partido en la provincia y sobre la cultura quedan un par de anécdotas graciosas y la sensación clara de que la politica cultural de aquel gobierno era la inacción, la falta de promoción cultural y de un compromiso activo con el sector artístico.

Claro que los defensores argumentarán, dentro de una serie de instituciones creadas durante ese gobierno, el rescate y puesta en funcionamiento del edificio del Teatro Argentino sobre calle 27.

Creo no equivocarme, pero esa adquis¡ción era un reclamo de varios sectores sociales, amén del aspecto desastrozo que generaba en el paisaje urbanístico del casco céntrico de la ciudad ese edificio venido a menos y cerrado con chapas. Por otra parte, el teatro argentino tenía esa denominación desde siempre y era un notable referente de la cultura mercedina, con sus proyecciones cinematográficas y sus funciones teatrales.

Uno de los pocos espacios culturales que recibió una donación de su homónimo platense justamente por denominarse de la misma manera.

El teatro argentino pivoteó durante décadas en el quehacer cultural y de entretenimiento de la ciudad, siendo un espacio de reunión, de goce por el teatro y la música; un lugar donde generaciones se asombraban de las películas de acción y argentinas; un punto de encuentro para actores, músicos, artistas, docentes, alumnos, niños y público en general.

Entonces, porqué cambiar su nombre por alguien que poco y nada tuvo presente la cuestión cultural y artística, ni asumió una politica activa cultural cuando era gobierno?

El teatro Argentino sigue llamándose Argentino para unos cuantos.

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