La Kábala
Recién llegados al otoño y tengo la sencación de que algo o alguien nos está probando todo el tiempo, a cada minuto, en cada dia. Es sensación se incrementa cuando miro los diarios, observo el compartamiento de la gente, sus conversaciones, veo la televisión y escucho la radio. Parece ser que no podemos dejar de referenciarnos a la realidad sino no es a través de números. La verdad se sostiene y comprueba por los números; el mejor argumento es respaldado por números. Números, números y más números.
Las cifras indican sin inmutarse, desde personas muertas en el último ataque terrorista, hasta el dinero que perdimos todos con las apuestas de Wall Street. Los números son acépticos, higiénicos e insensibles frente a la realidad. Quienes los manejan terminan contagiándose de esas cualidades y se transforman, poco a poco, en seres inhumanos, de otro tiempo y lugar que digitan - nunca mejor empleada esta palabra - los destinos de todos nosotros. O por lo menos esa es la sensación de la que hablé al comienzo.
Muy probablemente quieren hacernos creer qe nuestros destinos están sellados, encriptados, por la determinación infalible de los números. Indice Merval, índice de pobreza, índice de desarrollo, riesgo país - quien pudiera olvidarse de los años oscuros del Delarruismo y los índices de riesgo país que nos taladraban la cabeza -, índices e indicios de una realidad que pretenden reflejar en las cifras.
Ojalá pudieramos desligarnos un poco de esta numerología que nos acorralada desde diversos frentes de batalla. O será que nos indican nuestra naturaleza cabulera, timbera y lúdica como sociedad de lo establecido. Buscamos el zafarnos de lo que nos toca desde la apuesta a un numero salvador en la quiniela de la tarde o el loto del fin de semana. Me preocupa este reinado de los números. Seremos absorvidos finalmente en este gran Sodocu de lo real-simbólico-imaginario? O ya será tarde para preguntar?
El formato digital de la revista cultural "La colombina". Un espacio para opinar, debatir y discurrir sobre el arte y la cultura del Oeste bonaerense.
martes, 24 de abril de 2007
viernes, 20 de abril de 2007
miércoles, 18 de abril de 2007
Malvinas y el heroismo: (5ta. y última parte)
Cosas vedere, Sancho.
Para terminar con la nota del profesor Tabossi sobre las malvinas y la guerra, cabe destacar la llamativa referencia al Quijote de la Mancha que aparece en su último escrito. Hace alusión a un poema de Felipe León - poeta español anarquista del siglo pasado - sobre el hidalgo manchego y la Inglaterra colonialista. Luego continua con la figura del caballero cervantino y lo coloca en los más insólitos parajes de la imaginación nacionalista: campeando por el suelo americano, reivindicando la lucha contra el colonialismo anglo americano. Una verdadera ensalada de fruta ideológica.
No creo que Cervantes, quien participó en la batalla de Lepanto y donde perdió una mano, fuera un acerrimo partidario de las contiendas armadas - a pesar de incurrir en la figura de un caballero -. Pero las licencias de la imaginación y la literatura permiten hacer esas incursiones descabelladas.
Ya lo decía Armando Discépolo: la biblia junto al calefón.
Lo realmente lamentable de todo este entuerto - por que es dable que cada cual tenga su opinión formada sobre los temas que crea -, es que la persona que firma esos artículos es un destacado profesor de historia, quien a punto de jubilarse, lanza estas porturas desde lo más viceral de su ser nacionalistas y conservador. Y esta persona tuvo en sus manos el deber y el poder de educar a varias generaciones de niños en edad escolar, inculcándoles su punto de vista. ¿Cuantos habrá que piensan igual que el profesor? ¿Cuantos comulgarán con sus ideas facistoides?
Es necesario contraponer nuestra mirada y nuestras palabras al desenfreno de la versión nacionalista sobre la guerra de las malvinas. Por suerte los soldaditos de aquel entonces están contando las atrocidades que sufrieron en esa maldita guerra.
El 2 de abril es una fecha para no olvidar y para recordar que nada se obtiene legítimamente con el uso de la fuerza.
Para terminar con la nota del profesor Tabossi sobre las malvinas y la guerra, cabe destacar la llamativa referencia al Quijote de la Mancha que aparece en su último escrito. Hace alusión a un poema de Felipe León - poeta español anarquista del siglo pasado - sobre el hidalgo manchego y la Inglaterra colonialista. Luego continua con la figura del caballero cervantino y lo coloca en los más insólitos parajes de la imaginación nacionalista: campeando por el suelo americano, reivindicando la lucha contra el colonialismo anglo americano. Una verdadera ensalada de fruta ideológica.
No creo que Cervantes, quien participó en la batalla de Lepanto y donde perdió una mano, fuera un acerrimo partidario de las contiendas armadas - a pesar de incurrir en la figura de un caballero -. Pero las licencias de la imaginación y la literatura permiten hacer esas incursiones descabelladas.
Ya lo decía Armando Discépolo: la biblia junto al calefón.
Lo realmente lamentable de todo este entuerto - por que es dable que cada cual tenga su opinión formada sobre los temas que crea -, es que la persona que firma esos artículos es un destacado profesor de historia, quien a punto de jubilarse, lanza estas porturas desde lo más viceral de su ser nacionalistas y conservador. Y esta persona tuvo en sus manos el deber y el poder de educar a varias generaciones de niños en edad escolar, inculcándoles su punto de vista. ¿Cuantos habrá que piensan igual que el profesor? ¿Cuantos comulgarán con sus ideas facistoides?
Es necesario contraponer nuestra mirada y nuestras palabras al desenfreno de la versión nacionalista sobre la guerra de las malvinas. Por suerte los soldaditos de aquel entonces están contando las atrocidades que sufrieron en esa maldita guerra.
El 2 de abril es una fecha para no olvidar y para recordar que nada se obtiene legítimamente con el uso de la fuerza.
viernes, 13 de abril de 2007
Poesía: alimento cotidiano
Jacques Prevert: 30 años de su partida
Era uno de los más destacados exponentes del Surrealismo. Poeta, guionista, francés, su obra es un bálsamo para los oidos de sus lectores.
Desayuno
Echó caféen la taza.
Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos
de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme
se puso de pie.
Se puso el sombrero.
Se puso el impermeable
porque llovía.
se marchó
bajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubrí
la cara con las manos.
Y lloré.
A su salud!!
martes, 10 de abril de 2007
La muerte de un docente
Todos somos Fuentealba
Llora mi país la muerte de un docente,
llora mi pueblo la muerte de un docente,
llora mi escuela la ausencia de un maestro,
llora mi esperanza por un futuro siniestro.
No hay razón para tanto ensañamiento,
¿cuando vamos a aprender del dolor del pasado?
llora mi esperanza por un futuro siniestro
lloramos los que estamos, por los que ayer se fueron.
No hay acción más cruda que el asesinato
de un docente que reclama por su salario.
¿A dónde iremos a parar si se apaga la cordura?
llora mi esperanza por un futuro siniestro.
Carlos Fuentealba
docente neuquino
trabajador del aula
hermano mio.
Llora mi país la muerte de un docente,
llora mi pueblo la muerte de un docente,
llora mi escuela la ausencia de un maestro,
llora mi esperanza por un futuro siniestro.
No hay razón para tanto ensañamiento,
¿cuando vamos a aprender del dolor del pasado?
llora mi esperanza por un futuro siniestro
lloramos los que estamos, por los que ayer se fueron.
No hay acción más cruda que el asesinato
de un docente que reclama por su salario.
¿A dónde iremos a parar si se apaga la cordura?
llora mi esperanza por un futuro siniestro.
Carlos Fuentealba
docente neuquino
trabajador del aula
hermano mio.
sábado, 7 de abril de 2007
Malvinas y el heroismo (4ta. parte)
Una postura criticable ( dos)
En la misma nota del 30 de marzo el profesor argumenta que la derrota del ejercito argentino fue más por obra y gracia del destino que por la impericia de las mismas fuerzas armadas, y cita a varios testimonios de militares ingleses para fundamentar su posición. "El experto norteamericano ... Bruce Schoch ... sostuvo que el pésimo estado del tren logístico británico, causado en parte por la destrucción de los buques por la aviación argentina, ¨pudo haberles costado la victoria si los argentinos hubiesen ofrecido más resistencia¨" . Cita al mismísimo comandante de las fuerzas británicas en aquella contienda, el almirante Sandy Woodward: " Francamente, si los argentinos pudieran solo respirar sobre nosostros, nos caeríamos". Otro general inglés agrega " Muchas ocaciones hubo en que estuvimos a un pelo de lo peor".
La comisión Rattenbach, compuesta por militares argentinos de las tres fuerzas y organizada por la misma junta militar para dilusidar las causas de la derrota y el accionar durante la guerra, destaca la mala situación de las fuerzas armadas y el nulo entrenamiento y adiestramiento de las tropas argentinas.
El informe también detalla los caídos en la contienda donde se puede hacer a simple vista una cuenta que da que casi la mitad de esa cifra, 650 muertos, eran soldados conscriptos, menores de edad. Las fuerzas británicas eran profesionales adiestrados para matar.
En otro punto de la nota destaca, el mismo profesor, el costo económico de la guera que tuvieron que soportar Argentina e Inglaterra: los militares argentinos - según sus datos y fuentes - erogaron sólo el 10 porciento de lo que gastaron los ingleses para recuperar las islas.
No menciona nada acerca del Fondo Patriótico Malvinas Argentinas - donde se juntaron colectas, donaciones en alimentos, ropa y dinero - que juntó la cifra de 54 millones de dólares y que nadie dió cuenta del uso de ese dinero. Una estafa más de los integrantes del gobierno militar para con la sociedad argentina.
En la misma nota del 30 de marzo el profesor argumenta que la derrota del ejercito argentino fue más por obra y gracia del destino que por la impericia de las mismas fuerzas armadas, y cita a varios testimonios de militares ingleses para fundamentar su posición. "El experto norteamericano ... Bruce Schoch ... sostuvo que el pésimo estado del tren logístico británico, causado en parte por la destrucción de los buques por la aviación argentina, ¨pudo haberles costado la victoria si los argentinos hubiesen ofrecido más resistencia¨" . Cita al mismísimo comandante de las fuerzas británicas en aquella contienda, el almirante Sandy Woodward: " Francamente, si los argentinos pudieran solo respirar sobre nosostros, nos caeríamos". Otro general inglés agrega " Muchas ocaciones hubo en que estuvimos a un pelo de lo peor".
La comisión Rattenbach, compuesta por militares argentinos de las tres fuerzas y organizada por la misma junta militar para dilusidar las causas de la derrota y el accionar durante la guerra, destaca la mala situación de las fuerzas armadas y el nulo entrenamiento y adiestramiento de las tropas argentinas.
El informe también detalla los caídos en la contienda donde se puede hacer a simple vista una cuenta que da que casi la mitad de esa cifra, 650 muertos, eran soldados conscriptos, menores de edad. Las fuerzas británicas eran profesionales adiestrados para matar.
En otro punto de la nota destaca, el mismo profesor, el costo económico de la guera que tuvieron que soportar Argentina e Inglaterra: los militares argentinos - según sus datos y fuentes - erogaron sólo el 10 porciento de lo que gastaron los ingleses para recuperar las islas.
No menciona nada acerca del Fondo Patriótico Malvinas Argentinas - donde se juntaron colectas, donaciones en alimentos, ropa y dinero - que juntó la cifra de 54 millones de dólares y que nadie dió cuenta del uso de ese dinero. Una estafa más de los integrantes del gobierno militar para con la sociedad argentina.
viernes, 6 de abril de 2007
Malvinas y el heroismo (3ra. parte)
Transcripciones de una postura criticable ( uno)
En el diario El Oeste de la ciudad de Mercedes B. apareció publicado el día 30 de marzo del 2007 un nota titulada "Gesta, con mayúscula" sobre los 25 años de la guerra de malvinas, firmada por el profesor Ricardo Tabossi. En la misma se explaya sobre lo acontecido en esa guerra y sobre la escasa recordación del hecho. Luego de una introducción alusiva a la recordación por los muertos caidos en batalla en la cultura celta, arremete sobre el poco reconocimiento de los argentinos hacia la "batalla de Malvinas": "...los argentinos ...expuestos ... a arrostrar un bombardeo peor que las andanadas de la artillería naval que sufrieron nuestros soldados y que es el bombardeo de la desinformación y ocultamiento disparado desde la retaguardia por nuestros propios compatriotas, los políticos, comunicadores y dirigentes de toda laya". ( las negritas son mias)
El profesor habla de una campaña de "desmalvinización" que en su visión estaría orquestada desde los políticos y los comunicadores. Olvida el profesor que fueron los mismos militares y los medios de comunicación con connivencia con el poder de turno quienes desinformaron durante todo el conflicto bélico del `82, alimentando el sentimiento patriótico y jugando con las vidas de miles de soldados que estaban en el frente. ¿ recoredará las famosas tapas de la revista gente de aquellos días?
En un segundo punto aclara "que la guerra no tuvo como causa principal motivos políticos o ideológicos, sino profundas razones históricas, es decir, metafísicas y espirituales". "...Fue la única guerra de nuestra historia en que toda la nación se impuso a sí misma la conciencia de una guerra justa" (negritas mías)
Como lo sostuviera anteriormente ninguna guerra es justa, ni buena ni mala, ni deseable. Ese adjetivo categórico es una excusa para justificar en gran medida la muerte de cientos de soldados argnetinos. También es la excusa que utilizan todos los gobiernos autoritarios para jusficar sus incursiones a territorios extranjeros: basta ver lo que hace Bush hijo en Irak, Afganistan y tantos otros hicieron también con el mismo argumento.
En el diario El Oeste de la ciudad de Mercedes B. apareció publicado el día 30 de marzo del 2007 un nota titulada "Gesta, con mayúscula" sobre los 25 años de la guerra de malvinas, firmada por el profesor Ricardo Tabossi. En la misma se explaya sobre lo acontecido en esa guerra y sobre la escasa recordación del hecho. Luego de una introducción alusiva a la recordación por los muertos caidos en batalla en la cultura celta, arremete sobre el poco reconocimiento de los argentinos hacia la "batalla de Malvinas": "...los argentinos ...expuestos ... a arrostrar un bombardeo peor que las andanadas de la artillería naval que sufrieron nuestros soldados y que es el bombardeo de la desinformación y ocultamiento disparado desde la retaguardia por nuestros propios compatriotas, los políticos, comunicadores y dirigentes de toda laya". ( las negritas son mias)
El profesor habla de una campaña de "desmalvinización" que en su visión estaría orquestada desde los políticos y los comunicadores. Olvida el profesor que fueron los mismos militares y los medios de comunicación con connivencia con el poder de turno quienes desinformaron durante todo el conflicto bélico del `82, alimentando el sentimiento patriótico y jugando con las vidas de miles de soldados que estaban en el frente. ¿ recoredará las famosas tapas de la revista gente de aquellos días?
En un segundo punto aclara "que la guerra no tuvo como causa principal motivos políticos o ideológicos, sino profundas razones históricas, es decir, metafísicas y espirituales". "...Fue la única guerra de nuestra historia en que toda la nación se impuso a sí misma la conciencia de una guerra justa" (negritas mías)
Como lo sostuviera anteriormente ninguna guerra es justa, ni buena ni mala, ni deseable. Ese adjetivo categórico es una excusa para justificar en gran medida la muerte de cientos de soldados argnetinos. También es la excusa que utilizan todos los gobiernos autoritarios para jusficar sus incursiones a territorios extranjeros: basta ver lo que hace Bush hijo en Irak, Afganistan y tantos otros hicieron también con el mismo argumento.
jueves, 5 de abril de 2007
Malvinas y el heroismo ( 2da. parte)
Algunas aclaraciones
En el post anterior sobre la guerra de Malvinas señalé el hecho de que la guerra y esta en particular era un hecho para ser olvidado. Rectifico la postura y digo que la guerra de malvinas es un hecho que no debe olvidarse para no repetir en el futuro. Olvidable son las actitudes de los militares y de parte de la sociedad que envueltos en la diatriba patriòtica y en un discurso nacionalista engañaron a millones y jugaron con el sentimiento nacional de toda la sociedad argentina y la idea de soberanía.
El texto anteriormente citado tiene como origen el sentimiento de repudio a una serie de artículos aparecidos en un medio gráfico mercedino y firmados por un reconocido profesor de historia, quien bregaba por la guerra de malvinas y todo el sentimentalismo nacionalista que no se veía reflejado en los medios periodísticos ni en los docentes. Una postura abiertamente a favor de lo actuado en esa guerra, tomado en varios pasajes de las notas como un enfrentamiento justo, reivindicativo, y honroso; donde la sangre de los jóvenes soldados fue derramada en haras de la grandeza de la patria. Realmente si pueden leer el artículo verán la increíble postura de este profesor que deja ver su posición derechista y conservadora en todo el alegato a la guerra. Citando a testimonios de militares ingleses sobre la bravura argentina; comparando números de los materiales militares destruidos cual resultado de un juego futbolístico; tomando esos números y arrojando la maquiavélica posibilidad de haber podido ganar la guerra si no hubiera sido por el destino. Próximamente se transcribirán los párrafos más jugosos de esa diatriba militarista en el discurso de este profesor mercedino.
Mientras tanto se puede leer los artículos publicados en el diario El Oeste en los días 30 y 31 de marzo del 2007, bajo la firma del profesor Ricardo Tabossi. Todo un ejemplo a no seguir.
En el post anterior sobre la guerra de Malvinas señalé el hecho de que la guerra y esta en particular era un hecho para ser olvidado. Rectifico la postura y digo que la guerra de malvinas es un hecho que no debe olvidarse para no repetir en el futuro. Olvidable son las actitudes de los militares y de parte de la sociedad que envueltos en la diatriba patriòtica y en un discurso nacionalista engañaron a millones y jugaron con el sentimiento nacional de toda la sociedad argentina y la idea de soberanía.
El texto anteriormente citado tiene como origen el sentimiento de repudio a una serie de artículos aparecidos en un medio gráfico mercedino y firmados por un reconocido profesor de historia, quien bregaba por la guerra de malvinas y todo el sentimentalismo nacionalista que no se veía reflejado en los medios periodísticos ni en los docentes. Una postura abiertamente a favor de lo actuado en esa guerra, tomado en varios pasajes de las notas como un enfrentamiento justo, reivindicativo, y honroso; donde la sangre de los jóvenes soldados fue derramada en haras de la grandeza de la patria. Realmente si pueden leer el artículo verán la increíble postura de este profesor que deja ver su posición derechista y conservadora en todo el alegato a la guerra. Citando a testimonios de militares ingleses sobre la bravura argentina; comparando números de los materiales militares destruidos cual resultado de un juego futbolístico; tomando esos números y arrojando la maquiavélica posibilidad de haber podido ganar la guerra si no hubiera sido por el destino. Próximamente se transcribirán los párrafos más jugosos de esa diatriba militarista en el discurso de este profesor mercedino.
Mientras tanto se puede leer los artículos publicados en el diario El Oeste en los días 30 y 31 de marzo del 2007, bajo la firma del profesor Ricardo Tabossi. Todo un ejemplo a no seguir.
martes, 3 de abril de 2007
Malvinas y el heroismo
¿Histórica gesta?
Muchos pensarán que lo de la guerra de malvinas fue una gesta patriótica, un irrenunciable mandato que llevó a cabo la junta militar y que no salió tan bien como se hubiera querido, pero el honor fue salvado con el ejemplo de la guerra. Hay personas que opinan que fue una guerra justa, como si existieran guerras justas; que la dignidad de la patria - un ente que admite infinitas acepciones y significaciones como interpretaciones y opiniones haya - demandaban el enviar al campo de batalla y a la muerte segura a toda una camada de jóvenes e inexpertos soldaditos, dirigidos por un grupo de ineptos generales. Las guerras no son justas, ni deseables, ni son buenas ni malas, ni hay un justificativo legìtimo para mandar al matadero a hombres por un ideal que beneficiaba a unos pocos que habían comenzado a cosechar los beneficios de un estado en quiebre, ciego y sordo. La guerra de malvinas fue, para que negarlo, la excusa justa para blanquear el rol de las fuerzas armadas - su para qué - y de paso desviar la mirada de millones de argentinos sobre un pedazo de tierra olvidada mientras se nacionalizaban las deudas externas de las empresas que habìan apoyado al régimen militar ( hay un excelente artìculo de Leon Rozitchner en el suplemento especial de Página 12 sobre los 25 años de Malvinas, que esclarece este punto nodal del por qué del conflicto).
No nos engañemos ni dejemos que otros, con tìtulos y cierto posicionamiento social, nos engañen. Malvinas no fue una gesta, fue el último gesto de la Junta Militar para con sus aliados políticos y económicos para salvar el honor y la reputación de ellos mismos frente a lo inevitable de la caída del régimen. Basta recordar y buscar en los diarios de la época y ver que, escasos días antes de la invasión a Malvinas, en la plaza de mayo, hubo una manifestación multitudinaria en contra del desgobierno militar. Los hechos acallan toda parafernalia altruista y nacionalista sobre el sentido último de lo que aconteció en esos años.
No hay maestro ni maestra que se sientan más o menos criollos si no menciona el disparate de la guerra de MAlvinas. No se puede memorar lo que no merece serlo. Los militares con la guerra de malvinas hicieron lo que los teros hacen con sus huevos, gritan y aletean lejos del nido, donde están sus verdaderos intereses.
Los soldaditos, esos jóvenes que volvieron arrojados en micros, esperados por alumnos y docentes en la calle 2 en ese invierno del 82, esos pichiciegos, no tienen la culpa de nada. Fueron llevados como carne de cañon a pelear por algo que en su vida hubieran imaginado. A esos jóvenes, nuestros más sinceros respetos. A quienes pretenden, en nombre de la patria y del "ser nacional", salvar la dignidad de una fecha olvidable, nuestro más sincero repudio. ¡Necios! ¡Hipócritas!.
Muchos pensarán que lo de la guerra de malvinas fue una gesta patriótica, un irrenunciable mandato que llevó a cabo la junta militar y que no salió tan bien como se hubiera querido, pero el honor fue salvado con el ejemplo de la guerra. Hay personas que opinan que fue una guerra justa, como si existieran guerras justas; que la dignidad de la patria - un ente que admite infinitas acepciones y significaciones como interpretaciones y opiniones haya - demandaban el enviar al campo de batalla y a la muerte segura a toda una camada de jóvenes e inexpertos soldaditos, dirigidos por un grupo de ineptos generales. Las guerras no son justas, ni deseables, ni son buenas ni malas, ni hay un justificativo legìtimo para mandar al matadero a hombres por un ideal que beneficiaba a unos pocos que habían comenzado a cosechar los beneficios de un estado en quiebre, ciego y sordo. La guerra de malvinas fue, para que negarlo, la excusa justa para blanquear el rol de las fuerzas armadas - su para qué - y de paso desviar la mirada de millones de argentinos sobre un pedazo de tierra olvidada mientras se nacionalizaban las deudas externas de las empresas que habìan apoyado al régimen militar ( hay un excelente artìculo de Leon Rozitchner en el suplemento especial de Página 12 sobre los 25 años de Malvinas, que esclarece este punto nodal del por qué del conflicto).
No nos engañemos ni dejemos que otros, con tìtulos y cierto posicionamiento social, nos engañen. Malvinas no fue una gesta, fue el último gesto de la Junta Militar para con sus aliados políticos y económicos para salvar el honor y la reputación de ellos mismos frente a lo inevitable de la caída del régimen. Basta recordar y buscar en los diarios de la época y ver que, escasos días antes de la invasión a Malvinas, en la plaza de mayo, hubo una manifestación multitudinaria en contra del desgobierno militar. Los hechos acallan toda parafernalia altruista y nacionalista sobre el sentido último de lo que aconteció en esos años.
No hay maestro ni maestra que se sientan más o menos criollos si no menciona el disparate de la guerra de MAlvinas. No se puede memorar lo que no merece serlo. Los militares con la guerra de malvinas hicieron lo que los teros hacen con sus huevos, gritan y aletean lejos del nido, donde están sus verdaderos intereses.
Los soldaditos, esos jóvenes que volvieron arrojados en micros, esperados por alumnos y docentes en la calle 2 en ese invierno del 82, esos pichiciegos, no tienen la culpa de nada. Fueron llevados como carne de cañon a pelear por algo que en su vida hubieran imaginado. A esos jóvenes, nuestros más sinceros respetos. A quienes pretenden, en nombre de la patria y del "ser nacional", salvar la dignidad de una fecha olvidable, nuestro más sincero repudio. ¡Necios! ¡Hipócritas!.
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