sábado, 7 de junio de 2008

Día del periodista



Acerca de las efemérides



Es una buena oportunidad para hablar acerca de las fechas y el recordatorio de lo que se pretende conmemorar en cada efemérides. En Mercedes existen programas radiales que basan buena parte de su programa en la lectura de las efemérides: los sucesos más destacados recordados en la fecha. El Anteojito y Billiken tenían sus repectivas efemérides en las páginas centrales de las revistas e incluso en la escuela, todavía, se recurre a los recortes de efemérides.

No hay nada malo en el recordatorio de los sucesos asociados a la cronología. Gran parte de la memoria colectiva se sustenta en esa práctica evocadora, hasta los medios de comunicación y los periodistas la utilizan como nota de color - si lo que se recuerda fue un suceso anecdótico no traumático - o hasta dossier destacado - si el evento amerita la profundización -.

Hay varios ejemplos de recordatorios memorables y máxime si la fecha en cuestión coincide con algún aniversario de número redondo : 40 años de la revuelta del mayo francés del ' 68; veinticinco años de la vuelta de la democracia en la Argentina; tantos años de la muerte de algún famoso - Atahualpa Yupanqui, Che Guevara, etc, -.

El 7 de junio se festeja el día del periodista, en conmemoración de la fundación del diario "La Gaceta de Buenos Aires" que dirigiera Mariano Moreno, allá por el 1810. No fue el primer medio gráfico de la Argentina - Virreynato por entonces -, pero sí el primer medio independentista - a favor de los ideales de la revolución de mayo -.

No por casualidad este caracter es destacable, ya que connota toda una tradición y una valoración - deseable - de la función y propósito de los medios de comunicación. Como algún fundador de un medio gráfico nacional lo destacara en su diario, la prensa debería ser tribuna de opinión. También posicionarse como "un tábano" en la vida de la república.

El periodista cumple la función de informar, de manera lo más objetiva posible - utopía liberal - y con criterio amplio, democrático y ético.

La profesión de periodista es una de las más antiguas reconocibles: desde los mensajeros y cronistas de batallas, pasando por los juglares del medioevo, el pregonero y el notero televisivo; la función informativa se asocia a otros tantos oficios emparentados. Portador de la noticia, el mensajero de la antigüedad corría la suerte de recibir muerte si el mensaje no era favorable al destinatario.

En nuestro tiempo, varios periodistas han corrido la misma suerte: Walsh, Haroldo Conti, Masetti, Cabezas y tantos otros dieron su vida a la profesión y al mandato ético de no faltar a la verdad, de informar sin ocultar ni tergiversar los hechos.

Hoy, el rol del periodista y la función informativa de los medios está en el ojo de la tormenta de nuestra realidad convulsionada.

En memoria de los maestros que nos precedieron y obraron con la convicción de la profesión de informar a pesar de todo, celebramos y esperamos que los ejemplos de ecuanimidad se multipliquen.

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