sábado, 21 de junio de 2008

Actualización sobre arte y comida

fotografía de Carlos Herrera. Bodegones peruanos.
Sobre la degustación


Cuando pensamos en la relación entre arte y comida ó arte y gastronomía, se disparan varias asociaciones que van hacia el artista y su labor creativa como fuente para procurar su pan, la incursión del arte en los terrenos de lo culinario, la apreciación de las obras de arte como una degustación; otra cosa son los vernisages y la degustación de vinos que de acompañar las inauguraciones, se transforman para algunos habitués en la excusa perfecta para asistir a esos eventos inaugurales.
Hace poco, la artista Nicola Constantini realizó una performance justamente sobre la comida: Origen, ofrenda y néctar, que consistió en una ceremonia alrededor de una mesa donde la artista preparaba los platos que luego degustarían los asistentes al evento. La puesta en escena de la cena - parodiando la "última cena" de Leonardo Da Vinci - tuvo el climax de un ritual, desde la preparación, el servicio y la degustación de la comida. La performance fue cuidadosamente estudiada y preparada, además de ser fotografiada. Nicola Constantini es una de las jóvenes artistas que incursiona en la fotografía y los objetos de arte y qué más ha dado que hablar con cada una de sus intervenciones en el mundo artístico: basta recordar el jabón confeccionado con grasa lipoaspirada de su propio cuerpo; los fetos de terneros enbalsamados y la serie de fotografías que la muestran a ella misma en poses y composiciones jugadas.
Otra arista, por donde se cuela esta relación paradigmática entre arte y comida, es la tradicional composición de bodegones en la pintura clásica. La exposición de frutas y verduras interrelacionadas en un espacio escénico construido a drede para exaltar las formas, contrastes y colores, es un clásico de la pintura del renacimiento y sucedáneas.
Recientemente, otro artista latinoamericano - Carlos Herrera -, ha incursionado en este tópico pero desde la fotografía. Esta mirada, mediatizada por el lente de la cámara y la digitalización del proceso de captura de la imágen, hace que el lugar común del bodegón, adquiera otro clima, otra atmósfera.
Dos ejemplos actuales sobre la creciente indagación en esta relación.

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