Más allá de la nariz... ¿qué?
Los agoreros y pronosticadores del destino manifiesto, indican que próximamente la posibilidad de un preanuncio del apocalipsis puede desatarse en los primeros días de mayo. Algunos adalides del resabio dictatorial del 76 señalan la importancia del primero de mayo pero no como recordatorio del día del trabajador, sino como la fecha patria cuando en 1853 la Argentina sella su entrada a la sinfonía de estados republicanos al dictarse su propia constitución.
Los chacareros aluden su inocencia en el accidente ecológico-ambiental de la quema de pastizales en las islas del delta del Parana y se escudan de las críticas del gobierno que los relacionan directamente con la intencionalidad del fuego fatuo y provocador de una cortina de humo que cubre - más allá de la metáfora - a gran parte del país.
Algunos medios de comunicación avivan "el fuego" de la pelea campo vs. estado, indicando la caida en las negociaciones y anticipando el desabastecimiento que podría provocarse con un nuevo corte de rutas, generando un estado de ánimo de incertidumbre y pesadumbrés.
Paradojas de la literatura, esta situación de rumor desenfrenado se asemeja al relato que Garcia Marquez rescatara de la voz popular colombiana: "Algo muy grave va a suceder en este pueblo".
¿Dónde está el interés de cada uno de estos actores que promueven el juego del rumor?
Seguramente con la postura del carnice - uno de los personajes del relato de Marquez y en cuya carnicería se propaga el rumor del presentimiento que la vieja había expresado esa mañana en su casa -. Aumento de los comestibles, los combustibles y todos los "ibles" posibles. Desazón generalizado por no saber qué va a ocurrir luego del primero de mayo. Mientras tanto seguimos cautivos de los intereses de los que más tienen y más quieren tener y de aquellos que aspirana una porción de la torta y las migajas que les tiren.
A todo esto la niebla fue ganando terreno, expandiéndose sobre la llanura pampeana, ocultando las verdaderas motivaciones contrapuestas y nublando la mirada de grandes sectores de la población que no saben para que lado correr.
Como dice el viejo refrán, quizás sea momento de desensillar del caballo y esperar a que la niebla se dicipe. El problema es que quizás para ese entonces ya no quede nada que ver tras ese manto.