"Niño, deja ya de romper con la pelota,
niño, que eso no se dice
que eso no se hace,
que eso no se toca"
Joan Manuel Serrat
Varios son los que esperan con ansias este receso invernal. Un corte a mitad de año del ritmo acelerado de este año 2008, sin respiro y con altos niveles de adrenalina.
Los chicos tienen dos semanas de vacaciones mientras que los maestros y profesores toman su respiro de la presión escolar - videos mediantes de humillación y falta de respeto -. Los empleados públicos - judiciales - hacen un break de quince días para alejarse de los papeles y la burocracia. La mayoría continuamos con nuestro trabajo, a pesar del frío, todos los días. La misma rutina, los mismos horarios.
¿Podría decretarse algún receso invernal para todos los trabajadores?
¿Qué hacer con los chicos que estarán las veinticuatro horas en casa?
La oferta de entretenimientos es reducida en los pueblos del interior, más para aquellos que no tienen un poder adquisitivo que pueda pagarse un viaje a Buenos Aires y ver Patito Feo o Casi Angeles. Ir al cine o al teatro es una actividad para no todos los bolsillos.
Por ello es destacable la actividad que está por encarar el museo de ciencias naturales Ameghino-Marín: una tarde de visita al museo paleontológico con atracciones para los chicos.
Otra iniciativa gratuita son las actividades organizadas a través de la Secretaría de Cultura de la Nación en el programa Chocolate Cultura.
ALgunos espectáculos presentados en el ex Teatro Argentino son accesibles para varios: pesos cinco por persona y chico.
La oferta cinematográfica es amplia y con algunas funciones a mitad de precio.
Como todo receso, estas vacaciones de invierno nos ponen a prueba para agudizar la paciencia y el ingenio con nuestros hijos.
Por suerte, duran apenas dos semanas.
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