jueves, 29 de marzo de 2007

Ediciòn especial

24 de marzo de 1976 / 24 de marzo de 2007

A 31 años del golpe de estado que instauró la más atróz dictadura militar de la historia argentina, La colombina sale con un número especial de colecció.
En esta edición especial se incluye un artículo sobre Rodolfo Walsh: a 30 años de su desaparición; información de los desaparecidos y lo que la dictadura hizo en Mercedes brindada por la Comisión Municipal por la Memoria de Mercedes; la antología "Nuestra infancia en los años de plomo" con cinco relatos, cuentos sobre la dictadura y la niñez.
La colombina puede adquirirse en los centros culturales de Mercedes, bares del centro, algunos comercios, Polivalente de Arte y Conservatorio de Música.

lunes, 19 de marzo de 2007

Aparición con vida

Por Jorge Julio López

El 18 de marzo se cumplieron 6 meses de la desapariciòn del testigo en el juicio por la verdad a Etchecolatz, Jorge Julio López.
Todo hace suponer que los autores de su desapariciòn tienen una relaciòn estrecha con el hecho del testimonio ofrecido por López en el juicio que condenò al represor Etchecolatz a prisiòn. Como afirmaba en una canciòn Charly Garcia: los dinosaurios van a desaparecer. ¿Serà cierto?
Miguel Etchecolatz fue condenado como autor y participante de los secuestros, tortura y asesinato de varias personas, desaparecidas durante la ùltima dictadura. Agente de la policìa bonaerense, Etchecolatz era uno de los secuacez del comisario Camps, verdadero chacal responsable de cientos de desapariciones.
La valentìa de López al prestar su testimonio sobre las torturas en los campos de desapariciòn debe ser recordado como un ejemplo de ciudadanìa y del deber y derecho de todos los argentinos que se comprometen con la verdad.
Por la apariciòn con vida de Jorge Julio López.
Por la justicia y la verdad.
Por la memoria y el esclarecimiento de los hechos atroces de la ùltima dictadura.

"Los amigos del barrio, pueden desaparecer
la persona que amas, puede desaparecer.
Los que estàn en las radios, pueden desaparecer
Pero los dinosaurios van a desaparecer".

miércoles, 14 de marzo de 2007

Los libros y la adquisición de saber

¿Un negocio o un derecho?

Semanas pasadas en el diario Página 12 el escritor Osvaldo Bayer recordaba con afecto a un viejo librero de la calle Corrientes: José Hernandez, fundador y propietario de la reconocida librería Hernandez de Corrientes casi esquina Montevideo. La nota elogiaba la actitud del librero quien no comerciaba sino brindaba un servicio a sus habitués lectores. Guiaba sobre los autores y temas, títulos de libros y aconsejaba lecturas. Un ejemplo de amor por los libros y el saber que se ha perdido en el tiempo. José Hernandez hace ya más de una década que falleció y la tradición de servicio que personificaba se fue con él. Hoy pocos negocios culturales se han visto tan transformados como las librerias. Por poco los libros son exhibidos en góndolas cual producto de consumo masivo, rotulado y etiquetado sin tener en cuenta la necesidad y la búsqueda de cada lector.
En cualquier momento la secretaría de cultura saca una ley del genérico literario para homologar la demanda así los comerciantes de libros se ahorran el trabajo de leer.
Por que convengamos que muy pocos o ningún comerciante de libros son, en principio, hábidos lectores. Esto parece una regla impuesta en el mercado editorial: venda libros, usted no tiene porqué conocer el producto que vende, para eso estan las críticas y los comentaristas, además de los prólogos - que casi nadie lee -.
En nuestra querida Mercedes no abundan los comercios de libros, solo afloran con la venta escolar de principio de año y sobreviven un par - hace ya más de un año - durante el resto del tiempo. Siguiendo las reglas del mercado, los libros se exhiben y se muestran al alcance de la mano pero a la hora de pedir una sugerencia, algunos recurren a los empleados porque no conocen de lo que se les habla. Es una pena observar la mutación de un servicio cultural en la avidéz caníbal por vender libros a lo que de lugar: desde la mentira más pueril hasta la traición y el engaño, pasando por la prepotencia y el insulto sutil pero barato. Es que algunos hace años que lucran con este comercio y ven amenazada su situación con la aparición de otras propuestas.
Es una verdadera lástima que los José Hernandez, como estirpe de libreros, no se hayan multiplicado y propagado por estas tierras. Quedan algunos recuerdos de viejos emprendimientos como los libros usados de la casa "Marcos" atendida por Ruben Ramponi o la tosuda permanencia de la Biblioteca Popular Sarmiento que revalida día a día su título honorario brindando un servicio gratuito a los chicos de las escuelas locales. Esperemos que las actitudes cambien o nos veremos compelidos a buscar información en internet.

viernes, 9 de marzo de 2007

Dia internacional de la mujer

Hombres necios...

Ayer se festejó un día más en conmemoración del triste hecho sucedido en Estados Unidos donde se quemaron varias decenas de obreras textiles; hecho que dió pie para que la sociedad mirara un poco más en detenimiento sobre la situación de las mujeres. Está demás advertir que el hecho de un día al año para rememorar ese suceso trágico y saludar a las mujeres es un hito que no debe quedar en el 8 de marzo nada más.
Hace pocos meses trascendía una investigación sobre el tráfico de mujer en la República Argentina mientras en simultaneidad se discutía sobre el derecho al aborto y a la desición de las mujeres de planificar su vida.
Tejerina se convirtió en un caso testigo del abuso del poder del Estado y de la insensatéz de varios grupos que se arrogan la potestad de opinar y demandar sobre la vida de las personas.
No obstante la postura de esos grupos extremistas conservadores, la justicia y la sociedad comienza a tomar consciencia de la complejidad del tema de abuso de género y la amplia diversificación que tiene: violencia familiar; discriminación de todo tipo; acoso sexual.
Siendo más del 50 porciento de la población mundial, las mujeres sufrieron durante mucho tiempo la dominación del hombre. Es hora de pensar y actuar en revertir esa situación. Los versos de Sor Juana Ines de la Cruz son una advertencia que lacera la conducta de los hombres.
¿Sería necesario transformar la sociedad actual y volver a un sistema matriarcal como existió hace milenios?
"Hombres necios que acusais
a la mujer sin razón
sin ver que sois la ocación
de lo mismo que culpais"

martes, 6 de marzo de 2007

Nueva edición de La colombina, febrero 2007

Ya está en las calles de la ciudad

La Colombina ya salió al ruedo con una nueva edición en papel. La revista tiene como título principal "Madre hay una sola" tomando el título de la canción de La Bersuit. Es un dossier sobre ecología y algunas puntas sobre acciones para revertir el rumbo del cambio climático.
También se publica una entrevista a Coco Romero, conocido murguista, quien se explaya sobre los carnavales y el origen de la murga. "A 25 años de la descabellada gesta de malvinas" indaga sobre el informe Rattenbach y su escasa repercución mediática. Además, las secciones de correo de lectores, agenda cultural: lo que fue y lo que será y un nueva sección: misceláneas.
La revista es de distribución gratuita y puede conseguírsela en los centros culturales de la ciudad, conservatorio de música, polivalente de arte y en los bares y algunos comercios.

sábado, 3 de marzo de 2007

Carnavales Mercedinos: Postales 2

Espejitos de colores

La humareda e podìa ver desde tres cuadras de distancia. La parrilla improvisada en la esquina del banco Nación concitaba la atención de los deseosos bebedores de cerveza y de aquellos degustadores de choripán.
Mientras de la avenida llegaban los últimos golpes de los tambores de la comparsa, los asistentes de la parrilla tomaban pedidos, cobraban, armaban los choripanes, destapaban las bebidas y servían a los clientes que cada vez más se agolpaban alrededor de los tablones. Cerca, peligrosamente, jugaban a la espuma varios chicos y chicas adolescentes. Los baldes de cerveza corrían del freezer al mostrador y de ahí a la vereda. Con sumo cuidado se retiraban los portadores del elixir rubio e ingresaban los ansiosos por beber más.
No se sabe si fue en uno de esos intercambios de lugares o por el imprudente chorro de espuma que dió en algún rostro o todo eso junto, que la marea de gente que se apretaba en la esquina comenzó a moverse nerviósamente; a correrse de un lado hacia otro. Los vasos comenzaron a volar y la parrilla se vio envuelta en un mar de piñas, patadas y corridas, tan rápidamente como una mecha encendida. La policía apenas pudo dispersar el disturbio que se prolongó por varias cuadras más, dispándose lentamente, como el humo de la parrilla cuando arrasó la lluvia.

jueves, 1 de marzo de 2007

Carnavales Mercedinos: Postales 1

Alegre mascarita


Pasó mirando de reojo. Eligiéndo cuidadosamente su próxima victima, aquella que de alguna manera respondiera a su mirada.

El aburrimiento había aletargado todo instinto de alerta. La espera de las atracciones del corso se había tornado una pesada agonía. Ya nada llamaba la atención de su mirada.

Agudizó sus ojos pintados con rimmel y con un esfuerzo mínimo de sus párpados atrajo la atención de un distraído. Esbozó su mejor sonrisa y acercándose a la víctima le susurró: " porqué no me tocás la cotorrita?"

Al principio lo miró extrañado, luego reconoció el disfráz y la exageración en las palabras. Examinó la ropa de quien lo interrogaba y vio en las manos un objeto amarillo y verde que se aproximába peligrósamente a su rostro.

Dale, tocame la cotorrita!! No te va a hacer nada. Probá!!

Se tiró para atrás como buscando más espacio, más aire, mientras la gente a su alrededor se reían de lo absurdo de la situación.

No tengas miedo, mirá que la cotorrita no muerde. - insistió la Tota con su mejor sonrisa y sus ojos pintarrajeados. La peluca y el vestido a cuadritos daban una imagen de conjunto grotesca.

Las carcajadas se sumaron a su reacción y enseguida entró en el juego. Alzó su mano y quizo acariciar la cotorrita de peluche pero la cercanía del juguete lo hizo dudar de si era una cachada - si algún chorrito de agua salía del pico y daba justo en su cara - .

Pero no te asustés! Mirá que no hace nada. Además, si la tocás, canta la cotorrita. Tocame la cotorrita!!!

Accedió al pedido en medio de una risa generalizada. Tocó la cotorrita mientras se reía y se olvidaba del tedio de la espera de las comparsas. Por unos minutos la monotonía se había quebrado.

Cumplida la misión se alejó alegremente en busca de su próxima víctima. No podía soportar las caras largas de esa gente. Quería cambiar esas miradas y buscaba, pacientemente, otros ojos mirando la nada, esperando a que algo pasara. Y ahí estaba, con su cotorrita verde amarillo y su peluca castaña. Distrayendo al aburrimiento vá la Tota despanpanada.
Gracias Tota por la sonrisa.