domingo, 23 de septiembre de 2007

Un fin de semana agitado


Y esto recién comienza


El viernes 21 amaneció tranquilo, con algunas pintadas alusivas a la primavera por los ya tradicionales abonados al aerosol verde-amarillo de un reconocido y reputado (teado) colegio privado - ahora mixto -. La ciudad no presentaba mayores alteraciones del tránsito que lo común de un viernes, último día laboral, altamente esperado por los oficinistas y trabajadores de tribunales que comienzan a palpitar el descanzo en largas charlas de cafe.

Promediando el día llegaban noticias de la estudiantina que se amuchaba en la zona de quintas del acceso sur a la ciudad - una modalidad festiva que se implementó hace algunos años, logrando "erradicar" los desmanes etílicos que sufren los adolescentes en estos días primaverales-. Quintas colmadas de chicos y chicas que desatan su frenesí juvenil ingiriendo alcohol y bailando al compás de la música - que muy atinadamente continúa hasta la madrugada, evitando migraciones de zombies hacia las discos con el peligro de alguna desgracia automovilística - y recorren las fiestas de los otros cursos y colegios, incursionando, a veces, en la provocación gratuita y la pelea a flor de piel.

Una banda de 100 pibes emulan una procesión por las calles de la ciudad enarbolando banderas y tirando bombas de estruendo - que a partir de este día se multiplicarán exponencialmente con cada curso que viaje a Bariloche - en un circuito que no deja escuela por visitar.

La noche pasa sin sobresaltos - para los vecinos del centro de la ciudad y de los barrios alejados del acceso sur - y la mañana se presenta clara y soelada.

Sábado post primaveral y un día lleno de sol y aire fresco.

A la noche, salida con amigos y festejo de cumpleaños de una amiga en una pizzería céntrica.

El domingo: asado, día familiar, salida al Parque Municipal, recorrida por al ciudad.

La plaza San Martín aparece llena de pancartas y banderas alusivas al día conmemorativo de la noche de los lápices; el evento está organiza por la UES, y la juventud del partido obrero. La explanada del monumento a San MArtín sirve como escenario para las bandas que tocarán esa tarde; la pérgola se viste con algunas obras de artistas plásticos locales y estudiantes del polivalente. La gente comienza a acercarse, mientras el sonido es puesto a prueba.

Por la calle 24 se asoma una columna encabezada por una camioneta embanderada con telas blancas y algunas insignias que parecen cruces. La columna está integrada por más de cien personas que agitan banderas y algunas pancartas: "mes de la biblia" dice una de ellas y sobresale de las otras. El grupo de rock improvisa unos acordes mientras la procesión de feligreses evangélicos enfilan por al avenida 29 y rodean la plaza, pasando justo enfrente al festival conmemorativo.

Como una escena surrealista, las sábanas, banderas y pancartas con consignas políticas y religiosas se entrecruzan y mezclan desde la perspectiva privilegiada del atrio de la iglesia catedral, que justo a esa hora comienza a abrir sus puertas para que los parroquianos celebren, una vez más, misa.

El próximo lunes 24 la ciudad de Mercedes tiene el privilegio de celebrar el día de su patrona: la virgen de las mercedes. Po tal motivo las actividades administrativas gozan de un día de asueto.

Unas minivacaciones estaban siendo planificadas por los oficinistas en los bares de centro mientras los políticos afilaban las puntas de sus lápices para sacar cuentas: de los porcentajes de votos necesarios para acceder a una banca en el Concejo Deliberante local; de los fondos necesarios para hacer campaña y las cuentas por pagar que se juntarán en los escritorios de los comités, unidades básicas y centros de cómputos; de las acciones que irán realizando día a día hasta el 28 de octubre próximo - cuando la verdad será revelada y las disputas cederán a la alegría de los ganadores y al llanto de los perdedores -.

Y esto recién comienza.

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