El cronista Plástico (1era. entrega)
En agosto del 2000 aparecía publicada una entrevista a Fifo Roggero en la revista "La Desplumada" editada por gente relacionada con el espacio cultural "El Taller" de avenida 17 entre 20 y 22 de la ciudad de MErcedes B.
Reproducimos aquí la entrevista realizada a Fifo:
Fifo Roggero
El cronista plástico
Como un Cándido López, el pintor-cronista de la guerra de la Triple alianza contra el Paraguay, Fifo Roggero se ha ganado un lugar en la pintura mercedina como el cronista-pinto de la vida cotidiana y los lugares tradicionales de esta ciudad. Y no sólo ha desarrollado esta tarea desde la pintura, sino que la ha llevado a la otra pasión de su vida: el periodísmo. Hoy sus observaciones sobre la realidad se explayan desde la contratapa de los días sábados del diario El Oeste, y lo hace desde una mirada irónica y a veces mordáz de lo local. Con toda certeza se podría decir que es uno de los grandes cronistas de la vida local que acaricia la realidad a contrapelo.
- En la autobiografía que aparece en una de las páginas sobre artistas locales en la dirección mercedesbuenosaires. com.ar, hacés una especie de descripción por etapas de tu vida. Lo que no queda del todo claro es realmente cuando comenzaste a pintar.
- En realidad, lo trascendente de mi paso por la pintura fue en los años ´80, hasta el ´87, donde hice la mayoría de mis cuadros en los cuales quedó representada Mercedes, sus personajes y sus lugares.
- Antes, ¿qué tipo de pintura hacías?¿Cuál era la temática que desarrollabas?
- En realidad, antes de esta etapa, pintar, no pintaba, más bien hacía dibujos, incursionaba en la gráfica. Tuve algún intento de pintura con Rolo Capaccio y Jorge Petrocelli en el ´67, donde hicimos una muestra en la galería Metro. En ese momento estábamos en rebeldía con los pintores consagrados de Mercedes como Albor Ungaro o Cueto. Gente que pintaba y trabajaba con un taller de pintura de Luján y que e aquella época eran reconocidos, mientras nosotros pintábamos como una aventura y no eramos aceptados por ellos. Rolo y Jorge hacían pintura abstracta, en tanto yo ya hacía figuración, medio deformada. No era lo que hice después, que fue empezar a tomar algunas escenas o situaciones de la ciudad, por ejemplo el baile del parque que tenía todo un colorido particular: la clientela del baile era gente muy humilde y lo fantástico de esos bailes era lo familiar, todos los personajes de la ciudad estaban ahí. Esos bailes eran con una orquesta de tango y otra de jazz, lo cual variaba la música y daban un colorido extraordinario porque las parejas de baile eran de lo más disímiles, todo era un grotesco. Representar eso en la pintura me pareció interesante. Pinté ese cuadro y no se reconocía ningún personaje, eran trazos, figuras. En una parte del cuadro, donde se veía la cantina, había dos personajes tomando una copas, entonces Rolo Capaccio, observándolos, me dice: "Fifo, mirá qué extraordinario ..." porque Rolo era así, un tipo perceptivo, "... mirá esos personajes. Me parece que si vos seguís con esto encontrás la veta" y siempre me quedó eso. Para entonces hice " La Recova", un cuadro nocturno. Por aquel entonces no me interesaba poner gente en los cuadros; me preocupaba el tema de los lugares tradicionales. En ese cuadro aparece el cine Argentino, que se encontraba cerrado, al lado la zapatería Cuesta y la REcova, tomados en perspectiva. Después hice "La fundición", también nocturna, donde tomaba bocetos en el lugar desde mi coche y dibujaba y pintaba en mi casa. Luego hice el viejo correo de la calle 17 con tonos oscuros y luego vino el baile del parque. Los tres cuadros primeros eran sin gente, en el del baile del parque comienzan a aparecer los personajes. Se nota que el comentario de Rolo me quedó grabado en el inconsciente porque a partir de ahí surgen las figuras enlos cuadros. Entonces me planteo en un cuadro representar la tradicional esquina de tribunales, con la perspectiva, la puerta abierta y por ahí... me sale un trazo sin pensarlo y cerca de la puerta surge Pancho Piombo. ...
Continuará...
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