martes, 12 de febrero de 2008

Jugar al carnaval

Cuando el carnaval era una fiesta


Corren desesperadas por entre la gente en plena calle céntrica y se meten de improviso en un local, armando un alboroto tal que los empleados ya no saben cómo contener a los clientes y evitar el globazo que entra por la puerta de acceso.
La calle 25 es un campo de batalla donde los chicos y las chicas se corren a globazos limpios sin importar quien esté por delante. Los transeúntes son meros escollos que sirven tanto para ocultarse como para evitar el chapuzón.
Recuerdo los carnavales de mi infancia - esto parece un anacronismo en estos tempos del blogger - cuando se juntaban en las veredas de los barrios los chicos. Simplemente salir a la calle y recorrer para encontrar un agrupamiento de chicos indicando la casa donde la familia jugaba y sobretodo había chicas.
Tuve la suerte de vivir en una cuadra donde los carnavales jugaban todos los vecinos. Pero el clásico del carnaval era la casa de las turcas Bacri. Tres, cuatro de la tarde y la cuadra estaba infestada de chicos ansiosos por mojar una de las hijas de los Bacri. La casa parecía una fortaleza con primer piso balconado y desde donde salían hectolitros de agua hacia todas las direcciones.
LAs Bacri eran como cinco hermanas mujeres más dos varones que se prendían junto a sus padres a jugar al carnaval. Los baldazos de agua corrían como ríos de tinta - qué metáfora más trillada - y los pibes embestían las puertas y ventanas de la casa en oleadas programadas.
Quienes pasaban por esa cuadra eran objeto de algún globazo pero los ánimos de aquel entonces eran un poco más calmos que los de ahora.
El centro de la ciudad estaba tomado por una pandilla de chicos que se juntaban en las gradas de la municipalidad y desde allí hacían puntería contra todo lo que se moviera dos cuadras a la redonda.
Eran otros carnavales. Más inocentes. Más límpios.
A las cinco y media todo se cortaba esperando el momento de ir al corso para seguir con la venganza del globazo en la espalda.
¡qué tiempos aquellos!

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