martes, 26 de febrero de 2008

Corsos Mercedinos 2008: postales 1



Graciosa mascarita que te ries al pasar...






Los corsos son para ajustar cuentas, hacer cachadas y aprovechar la impunidad para toquetear muchachas.


Con el piti, el tula y juanito nos juntamos en el baldio de la cuadra y agarramos ruda macho, armamos unas cachiporras con medias, arena y una buena pila eveready. Le ayudamos a los chicos del taller mecanico y cortamos cañas para la carrosa. El Ferchu nos tiro unos mangos por el laburito y conseguimos que la vieja del tula nos cosiera unos trapos viejos para las pilchas.


Juntamos todo en unas bolsas del super y lo escondimos en el descampado. A eso de las nueve de la noche nos reunimos en la entrada del baldio y con linternas nos preparamos en medio del yuyal. Los rostros tapados con trapos y los bolsillos llenos de ruda. En el kiosco del barrio compramos unos tarros de espuma y enfilamos derecho al corso.

Mi abuelo me conto que cuando chico tambien se habia disfrazado y con la ruda y papel picado les hacian bromas a los conocidos. Les llenaban la boca de papel y con las serpentinas los despeinaban.

Corrian de vereda a vereda, buscando sus proximas victimas, intentando no ser descubiertos.

Juanito se acerco a una chica desprevenida y le rozo la pollera. Los otros la bañaron en espuma mientras le tocaban todo el cuerpo.

Salimos disparando para la plaza y nos confundimos con la gente. En la esquina nos cruzamos con otro grupo de mascaras y nos miramos fijamente. Sobre el cordon de la calzada el tula vio a uno de nuestros compañeros del cole y lo rodeamos. Le dimos tantos cachiporrazos que la gente de al lado comenzo a insultarnos, asi que a puro ramazos de ruda macho salimos corriendo para la cuadra siguiente.

Los policias de la esquina comenzaron a mirarnos y a señalarnos junto a otros policias. El clima comenzaba a ponerse tenso y aprovecamos una distraccion y nos escondimos detras de las parrillas de un puesto. El humo de los choripanes nos desperto el hambre. Piti no tuvo la mejor idea que manotear unos chorizos y rajar para las escalinatas de la Catedral. Los del puesto nos sacaron corriendo. Tula quedo atrapado entre un grupo de mascaritas y la policia. A golpes pudo abrirse camino y huir de ahi.

Yo me quite la mascara y comence a caminar lentamente al lado de una familia. La policia comenzo a dispersar a las mascaritas que agredian a quien se le pusiera en frente.

La ultima carroza habia pasado, era un unicornio blanco tirando de un carruaje. La gente se levantaba de las sillas y se amontonaba en las salidas de las gradas.

La musica subio de volumen mientras los policias se veian superados en numero. Los de las mascaras habian conseguido correrlo por la calle.

Sobre la esquina contraria asomo un patrullero y detras aparecieron varios uniformados con casco y escudos.

Piti habia escupido el choripan de una trompada que le dio el parrillero. Jaunito se perdio entre la gente y el tula estaba siendo arrastrado por un par de policias que lo empujaban hacia uno de los patrulleros.

La chiquita que estaba en brazos del padre de familia miraba de reojo toda la escena. La gente comenzo a correr cuando se oyeron los primeros disparos. Tula se perdia entre los policias. Piti salio arrastrandose entre los arbustos del jardin de la iglesia. Juanito se habia ido quien sabe a donde y yo segui caminando junto a la chiquita y su familia; como si nada estuviera sucediendo. Sonriendole a la nena que se adormecia con cada paso de su padre.

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