jueves, 8 de abril de 2010

Prosperidades cotidianas pueblerinas

Donde está el crecimiento, está el negocio.


Caminar por las calles de Mercedes depara muchas veces algunas sorpresas. Muchas son gratas, algunas preocupantes. Sin ánimo de calificar esta anécdota, podríamos concluir como sorpresa a secas lo que uno se encuentra en las aceras mercedinas.
Pegado al tronco de un árbol aparece un papel con la leyenda "MErcedes tierra bendecida por Dios" en letras pequeñas se anuncia una sigla ISRAEL-. What´s? La curiosidad hace que uno se acerque al papel y encuentre que es una "publicidad" de una nueva iglesia evangélica radicada en la ciudad. La sigla encierra un nombre largo de traducir y transcribir aquí pero la curiosidad da paso a observación atenta de que en estas tierras pampeanas lo que está proliferando son las iglesias. Muchas bajo el término evangélico.
PAreciera que hay un resurgimiento del espíritu en estos pagos, donde la sed de una experiencia religiosa se ve apaciguada por estos nuevos "emprendimientos" espirituales.
Pero también otra necesidad que está en alza calma su sed con la proliferación de bares y lugares para tomar. Otro adjetivo calificativo para esta ciudad del oeste bonaerense y que hace de su imagen hacia el afuera: los mercedinos somos grandes bebedores de alcohol, consumidores de cerveza. Cuantas cervezas se consumen por fin de semana es un dato que nadie maneja pero que todos suponen como exhorbitante. La vieja Dumer era el negocio apreciado por lo bolicheros de antaño al distribuir la marca de cerveza que más consumen los argentinos.
Hay una profunda sequedad que reclama ser saciada por el alcohol como por la palabra segrada de la fe. Alcohol y fe parecieran ir de la mano en estos momentos. Ambas necesidades estan siendo atendidas. Se podría hacer un relevamiento de la cantidad de iglesias y boliches que hay en Mercedes, no?

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